Invoca un haz de luz celestial en la posición de Penitente, que castiga con implacable fuerza a los enemigos cercanos.
Recibido de Lvdovico al entregarle todos los restos de Tentudía.
Leyenda[]
Tengo ojos y no puedo veros
Vuestras luces de fuego me ciegan adentro
Arriba en el cielo hay palomas de cera
Que derriten sus alas sembrando la tierra
Si me llamáis, dejad que me queme
Ojos y carne, manos y pelo
Quiero veros y no puedo