Trozo de una losa de cerámica, extrañamente encontrada entre las cumbres nevadas. Aquellos oriundos de la aldea raramente dejaban sus áridas tierras para enfrentarse al frío de las montañas, pero esta lápida perteneció sin duda a alguien de Albero. El fragmento otorga resistencia a las caídas, anulando el tiempo de recuperación.
Conseguida en el Camposanto de las Cumbres.
Reduce el tiempo de la animación de caída pero no lo elimina completamente.
Leyenda[]
Se dice que el cementerio de Albero es incluso más antiguo que el propio Albero. Se construyó incluso antes de que la parroquia. Era un cementerio aislado de todo en esta árida tierra ocre que no estaba considerada santificada. La iglesia no tardó en enterarse de aquello y desenterró a todos esparciendo sus restos por los campos. En esos momentos se creó la cofradía del Genuino Sepulto, encargada de recopilar los restos de los fallecidos y darle una segunda sepultura. Guardo este trozo de lápida de barro desde aquello.