Fruto muerto, tornado en abalorio en un alarde de vanidad clerical. Su fría dureza se transmite al portador, aumentando considerablemente sus defensas.
Se consigue en el Aljibe Profanado en la sala anterior al elevador con los dos cuerpos. Con el Sudario de los Pecados Soñados equipado, el cadáver de la izquierda dirá "Todos pasan..." y el de la derecha, "La mitad no vuelve..."
Para resolver este puzle, con la reliquia equipada, sal y vuelve a entrar por la puerta de la izquierda cuatro veces hasta que se vea "IV" en la pared. Luego haz lo mismo con la puerta derecha hasta que se vea "II".
Aparecerá una puerta y detrás estará la Uva de plata.
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Confesiones de Dolfos. Parte 2
Debo derretir más abalorios, todos los que pueda. Necesito su plata, necesito sus ornamentadas curvas florales. La virtud de la plata ornamentará mis pulmones por dentro y por fuera y cuando respire entrará la gracia pura del Milagro.
Ornamentará mi estómago por dentro y por fuera, y cuando me alimente me nutriré de la gracia pura del milagro.
Ornamentará mis ojos por dentro y por fuera, y cuando mire veré al mismo Milagro.
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